21/3/07

Conectados a Internet


En los últimos 11 años, de 1995 a 2006, el número de usuarios de Internet ha aumentado de manera vertiginosa, de los 26 millones a los 1.018. De esta manera, la penetración de Internet en el mundo se ha elevado del 0,5% al 15,7%, según datos de un informe de eEspaña 2006. Sin embargo, atendiendo a un informe de la Sociedad de la Información de 2006 realizado por Telefónica, la distribución de los usuarios por regiones dista mucho de ser equitativa. Destacan Norteamérica, con un 21,3% de usuarios; la UE, con casi el 20%; las grandes economías del Este, con el 23% y el resto de Asia (exceptuando Oriente Medio) con el 23%. Por el contrario, cabe destacar el 1,8% de Oceanía y casi el 3% de usuarios conectados a la red de África. Valgan estos datos para reafirmar lo que ya se ha expresado en otras entradas: la existente, y cada vez más evidente, brecha digital.

No obstante, cabe señalar que la brecha digital no se debe entender tan sólo entre regiones mundiales, sino, también, entre generaciones y sociedades. No nos tenemos que ir muy lejos para ver esta realidad. En nuestro propio país se observa esta brecha entre los jóvenes y los mayores; aunque, sí es cierto que cada vez son más los que no se quieren quedar atrás. Sin embargo, los niveles de conocimientos entre unas y otras generaciones son tan dispares que difícilemente los de más edad se van a poder poner al mismo nivel que las personas que ya se han acostumbrado a vivir con estas nuevas herramientas.

El portal de La brecha digital, abre su página de inicio con una definición sobre el término: La brecha digital se define como la separación que existe entre las personas (comunidades, estados, países…) que utilizan las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) como una parte rutinaria de su vida diaria y aquellas que no tienen acceso a las mismas y que aunque las tengan no saben como utilizarlas. Por tanto, se debe mencionar también que dicha brecha existe entre clases sociales. Es cierto que las TIC son esenciales para el desarrollo, pero, para unirse a ellas es necesario un determinado nivel de ingresos. Por tanto, estamos ante un círculo vicioso para cuya solución hace falta algo de ayuda y empatía. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que la brecha digital incumbe a personas.
La rectora de la Universidad Pedagógica Nacional de México, Marcela Santillán Nieto, tiene publicado un curso sobre la brecha digital por la web. Se pueden descargar un pdf de sus diapositivas y ver la videoconferencia en la página:

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